"ESTUDIANDO EN CASA" ...
OTRO FRACASO
Por César Baudino
*Especial
Conocida es la transferencia que hizo la Nación de hospitales y escuelas en las últimas décadas, sin los correspondientes recursos que siguen concentrados y centralizados en Buenos Aires.
En los años 90 la resistencia de los trabajadores logró impedir la privatización de la Salud y la Escuela Pública, pero no pudimos impedir el vaciamiento, la desinversión y la falta de políticas populares que han llevado a la actual situación.
La escuela es el lugar de encuentro, de intercambio, de igualación y, en muchos casos, donde los gurises reciben la única comida del día. Estar fuera de ella agranda las desigualdades, por falta de vivienda y/o espacios adecuados para el estudio, falta de electricidad, de libros, de Internet y de los bienes culturales que también están concentrados en otras pocas manos.
A pesar del Estado y del Mercado, la escuela sigue brindando relación pedagógica, afectos, alimentos, hábitos sanitarios y materiales que, son comprados por la solidaridad de docentes y padres, para salvar el obstáculo de que muchas familias individualmente no puedan acceder.
Atacar las causas
En definitiva esta acción “Estudiando en Casa” tiene que estar enmarcada en políticas sociales y educativas integrales y en un contexto pedagógico planificado y serio para encararlo. Por eso, no alcanza con la Emergencia Sanitaria y un cuadernillo que no llega a todos, si no se plantea una Emergencia Integral que empiece a atacar las causas y no las consecuencias.
La Emergencia Sanitaria ha desnudado la situación generada por la falta de políticas integrales que garanticen el derecho social y político a la educación, a la alimentación y a la salud, ya que los más afectados siguen siendo los sectores empobrecidos y vulnerados de nuestra sociedad.
No a los 180 días de clases
En este marco de situación, la ley de los 180 días de clase se cae por su propio peso porque hay prerrequisitos materiales y simbólicos, objetivos y subjetivos que no están garantizados.
Desde Agmer queremos aportar, como lo venimos haciendo hace mucho tiempo, al desarrollo de políticas pedagógicas planificadas de mediano y largo alcance, que apunten a la soberanía pedagógica para que se concrete ese acto de amor de enseñar y aprender en espacios dignos, con trabajadores bien remunerados, con familias que puedan compartir el alimento en su casa y con la posibilidad de acceder a la construcción, circulación y apropiación de un conocimiento liberador que refleje lo identitario y la diversidad cultural de nuestro pueblo.
Exigimos acciones concretas para que el ejercicio de estos derechos deje de ser una declamación desde las esferas del poder y se conviertan en una realidad para evitar estar permanentemente en situaciones de crisis, con soluciones parciales y coyunturales.
Sólo con organización popular y toma de conciencia podremos avanzar en la construcción de un país soberano y descolonizado, donde “nada podemos esperar, sino de nosotros mismos” como dijo el padre fundador del federalismo, José Gervasio Artigas.
Apelamos y demandamos al gobierno de Entre Ríos, la apertura de la discusión y el diálogo respecto al conflicto que mantiene con sus trabajadores que lleva un año, treinta años, sin resolver.
Secretario General AGMER.
Opinión publicada en "El Día" de Concepción del Uruguay - 20/07/09