"UNA EDUCACIÓN DIFERENTE SIEMPRE ES POSIBLE", ASÍ VILLAGUAY PRESENTABA SU ESPACIO EN LA CARPA BLANCA HOY FRENTE A CASA DE GOBIERNO.



"Los maestros eligieron un tono hilarante para quejarse frente al Gobierno de lo que, a su criterio, son los escasos fondos que el Estado destina para mantenimiento de los edificios escolares: con menos de 50 pesos que el Consejo de Educación giró el viernes en concepto de partidas mensuales para escuelas de tercera categoría, fueron a un supermercado y compraron 2 botellas de lavandina, dos de detergente, un escobillón de plástico, un escurridor de piso, un trapo, una franela, una esponja y tres jabones de tocador de segunda marca. “Ese dinero no contempla para nada lo que cuesta mantener un edificio escolar (escuelas de tercera, cuarta y quinta categoría, reciben 47,50 pesos por mes; las de primera y segunda, 93,75 pesos; y los complejos, entre 281 y 375 pesos). El dinero que envían, por más que se haya actualizado, es insuficiente”, dijo Roque Santana, titular de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).“Pero las partidas se giraron, con atraso, luego de que el tema apareciera en los medios, a partir de la queja del sindicato. Pero no hay una política de inversión en las escuelas; sólo aparecen respuestas ante la emergencia”, puntualizó. Los elementos de limpieza comprados estaban sobre una mesa, colocada en la explanada de Casa de Gobierno; al lado, había otra mesa, aunque arriba no tenía productos de ese tipo, sino una canasta de alimentos con 11 productos, comprados con los 45 pesos de aumento que el Gobierno otorgó a principios de marzo último (el mínimo de bolsillo para un maestro pasó de 1.445 a 1.490 pesos). Fue la manera de hacer público el malestar docente durante la huelga de 24 horas de ayer, en el marco de un conflicto que ya acumula en lo que va del actual ciclo lectivo un total de siete días de paro, sobre los cuales el Gobierno dispuso descontar un total de 4 hasta ahora. EVALUACIÓN. Desde Agmer evaluaron como positivo el resultado de la medida de fuerza de ayer, y en palabras del titular del sindicato, César Baudino, contó con una adhesión de entre el 70 y el 80 %. Un dato que contrastó fuertemente con la evaluación que hizo el Gobierno: los datos que dio a conocer el Consejo de Educación dieron cuenta de un nivel de presentismo del 64 % (ver aparte).El reclamo ayer tuvo un condimento especial: la instalación de una carpa frente a Casa de Gobierno, por donde desfilaron, entre las 9 y las 24 de ayer, delegaciones de todos los departamentos para dar a conocer las complicaciones que a diario enfrentan las escuelas. “Tenemos un Gobierno realmente difícil de caracterizar en tiempos democráticos, porque el avance y cercenamiento de derechos y conquistas sociales es atroz”, dijo Baudino en el Centro Cívico.“Ante ello –señaló— la carpa docente tiene la intención, como lo hizo la carpa blanca en su momento, de que la pelea de la escuela pública no sea sólo la pelea de los docentes y los alumnos. Esta carpa debe ser convocante de todos los sectores de trabajadores activos y jubilados”. El paralelismo que trazó el dirigente apuntó a un dato clave en la historia de la lucha docente: la instalación, el 2 de abril de 1997, de la Carpa Blanca frente al Congreso de la Nación para exigir la sanción de una ley de financiamiento del salario docente, y que se tradujo en el Fondo de Incentivo Docente, una suma en negro que hoy perciben los maestros. La Carpa se sostuvo 1.003 días, y se levantó recién el 30 de diciembre de 1999.PELEA POR LOS DESCUENTOS. Ahora en Entre Ríos la pelea central de los maestros apunta, primero, a obligar al Gobierno a negociar la devolución de los montos descontados por los días no trabajados –un maestro de grado sin antigüedad perderá a fin de mes más de 230 pesos—; y luego, a reabrir una negociación salarial con uno planteo de máxima: establecer un salario básico de 1.359 pesos, casi el doble de lo que paga hoy el Estado. Por delante, los maestros tienen una nueva huelga de 24 horas, el próximo 27 del actual, medida a la que Baudino convocó ayer a sumarse a distintos sectores. “No debe ser limitante a los gremios de la CTA. Necesitamos que cada seccional vaya a hablar con los transportistas, con los remiseros, con los comerciantes, con todos los trabajadores de sus localidades para que pongan un cartel de adhesión a la huelga nacional del 27, que paren media hora, que bajen las persianas un tiempo, pero necesitamos una convocatoria a todos los que sufrimos el embate de las políticas salariales y previsionales en la Argentina. Necesitamos dar una respuesta desde todos los lugares que podamos”, señaló.“Necesitamos confluir con todos –aseveró—. Esta carpa tiene que ser el motor de la defensa de la escuela pública, pero no solamente de la escuela pública. La crisis del sistema y la perversidad de las políticas sobre los trabajadores es una permanente en las crisis cíclicas del capitalismo, y nosotros necesitamos organización. No son tiempos sencillos para los trabajadores, pero si estamos juntos, seguramente este atropello del capital sobre los trabajadores lo podremos de alguna forma detener”. Diario de Paraná