Sin que nadie se lo preguntara, el ministro de Salud, Ariel De La Rosa admitió la semana pasada que la provincia consideraba, de acuerdo a la evolución epidemiológica de la gripe A, “la posibilidad de adelantar el período de vacaciones de invierno”. Sin embargo, pocas horas después salió a decir que “de ninguna manera se van a adelantar las vacaciones”. Cuando desde las altas esferas de la política no se comunica adecuadamente, mal puede esperarse que la población no caiga en falsas expectativas o alarmas.
De La Rosa y Panozzo admitieron la posibilidad de adelantar el receso invernal; luego el ministro de Salud se desdijo.
De La Rosa y Panozzo admitieron la posibilidad de adelantar el receso invernal; luego el ministro de Salud se desdijo.
El jueves pasado, De La Rosa y el presidente del Consejo General de Educación, José Luis Panozzo, brindaron una conferencia de prensa con el objetivo de informar sobre el panorama epidemiológico respecto del virus de la gripe A.
Sin recibir una consulta puntual al respecto, el titular de la cartera sanitaria dijo que estaban evaluando adelantar dos semanas el receso invernal en las escuelas de la provincia, previsto para el 11 de julio. “Como medida epidemiológica, algo hemos conversado con José Luis, estamos estudiando de acuerdo a la marcha que tenga el proceso epidemiológico de la influenza en nuestro territorio, podríamos considerar la posibilidad de adelantar el período de vacaciones de invierno”, dijo el funcionario.
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“El hecho de tener dos semanas de receso de clases nos permite, sí, cortar la concurrencia a lugares de posible contagio entre los niños”, fundamentó.
Consultado acerca de por qué, si desde la provincia se sostiene que se está dentro de los parámetros normales, este año se evaluaría adelantar las vacaciones, De La Rosa respondió: “porque se nos adelantó el invierno epidemiológico en dos semanas. Nosotros llevamos de invierno epidemiológico ya cuatro semanas. No lo medimos en meses calendario; lo medimos de acuerdo a la circunstancia epidemiológica y en este caso las vacaciones tienen una explicación e históricamente se ha tomado el receso de invierno para evitar la propagación de las enfermedades invernales”.
No hicieron falta demasiadas interpretaciones -ni bien ni malintencionadas- para inferir que el adelantamiento de las vacaciones en las escuelas era una posibilidad que se iba a evaluar de acuerdo a la evolución de casos de gripe A.
Sin embargo, la recurrencia a las tergiversaciones, malas interpretaciones, suelen estar a la orden del día cuando los funcionarios en cuestión vuelven sobre sus pasos, se dan cuenta de dijeron más de lo necesario o recibieron retos desde algún estamento superior y son compelidos a rechazar lo antes dicho.
“Vale aclarar esto, porque yo no sé si lo informamos mal o se tergiversó alguna información. Pero de ninguna manera se van a adelantar las vacaciones”, rectificó De la Rosa.
Si hubo tergiversaciones, deberán correr por cuenta de quien le quepa el sayo. pero lo cierto es que el adelantamiento de las vacaciones se planteó como una posibilidad en estudio, ni más ni menos.
Si es que se informó mal y se dijo algo que no se quiso decir o de manera inexacta, el ministro de Salud debería tener más en cuenta lo que él mismo dijo en la conferencia de prensa del jueves: “seamos responsables a la hora manejar la información. No generemos falsas expectativas ni falsas alarmas. Desde el ministerio no se va a ocultar absolutamente nada”.
De la Redacción de AIM