Docentes de la seccional Villaguay de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) que habían viajado a Buenos Aires para manifestarse contra la reforma jubilatoria fueron reprimidos con con balas de goma y golpeados con cachiporras por agentes de la Policía Metropolitana, cuando se encontraban a unos 500 metros de la zona en la que comenzaron los primeros incidentes, contó a AIM el secretario adjunto de la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma (CTA-A) de Entre Ríos, Martín Larrosa. “Si el Gobierno toma nota de esta manifestación -que estimó de entre 300.000 y 500.000 personas- debería ver que no hay consenso social para esta reforma”, expresó el dirigente.

Aunque nada les hacía prever la posibilidad de que fueran blanco de las fuerzas policiales, en un momento se vieron sorprendidos: “Estábamos a 500 o 600 metros del Congreso cuando se vino la avalancha y fuimos reprimidos por la policía de la ciudad de Buenos Aires. Una compañera recibió dos balazos de goma y otros, cuando se metieron en la entrada de unos departamentos, fueron golpeadas por la policía”, denunció el secretario adjunto de la CTA-A Entre Ríos.Un grupo de docentes de Agmer seccional Villaguay viajó este lunes a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) para manifestarse junto a las decenas de miles de personas que expresaron su rechazo a la reforma previsional impulsada por el Gobierno nacional.



“Estábamos muy lejos de donde se produjeron los primeros incidentes. Estábamos sentados en el cordón de la avenida Saenz Peña junto a otro grupo de compañeros”, relató Larrosa.
La docente que sufrió las peores consecuencias de la represión recibió dos heridas de postas de goma, en la espalda y en una pierna.
Larrosa manifestó que si bien no necesitaron la atención de los servicios de emergencia y algunos docentes quedaron doloridos, “genera mucha bronca”. “Estábamos charlando, estaba todo tranquilo y es como si la policía hubiese tenido todo premeditado para reprimir. En comparación con la represión que hizo Gendarmería la semana anterior fue mucho más grave, fue una cacería”, aseguró.
Además, cuestionó el maltrato no sólo físico de las fuerzas de seguridad: “Cuando se retiraban las compañeras que estuvieron demoradas es como que las humillaban, les decían ‘sigan bien’, ‘sigan su camino’ y no las arrestaron de casualidad”.
El dirigente de la CTA-A y referente de la agrupación Rojo y Negro, cuestionó la decisión del presidente, Mauricio Macri, de seguir avanzando con las reformas pese la oposición y el clima de tensión social generado: “Si el Gobierno nacional toma nota de esta manifestación que se estima entre 300.000 y 500.000 debería ver que no hay consenso social para esta reforma. El ajuste en contra del pueblo no es lo correcto. No se debería votar esta reforma previsional, se debería analizar y tratar de obtener ese faltante de otro lugar y no de los jubilados y los sectores más vulnerables”.