“La propuesta salarial que tiene que presentar el gobierno debe estar rondando mínimamente el 32 por ciento, porque el mínimo garantizado de bolsillo para un maestro debe subir por lo menos a 2.500 pesos”, exigió Roque Santana, quien reasumió ayer al frente de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), luego de más de un año de haberse alejado de la gestión sindical. En el ínterin, su función de Secretario General había sido ocupada por la Secretaria Adjunta, Alejandra Gervasoni.
Santana tomó distancia del sindicato docente a principios de diciembre de 2008 cuando su hija, de 7 años, sufrió un accidente cerebro vascular y debió permanecer internada por largo tiempo en el Hospital Austral, de Pilar y luego, en el Instituto Fleni, de Buenos Aires. Ya de vuelta en su hogar y en medio de un prolongado proceso de recuperación, la nena se encuentra de nuevo en su casa, en Paraná. Así las cosas, el dirigente docente confesó que era el tiempo de regresar él también a la actividad sindical. “En la vuelta vamos a intentar devolver algo de lo que recibimos en todo este tiempo”, confesó. Además, se mostró decidido a delinear una agenda de temas a abordar en el que resalta, en primer lugar, la cuestión salarial. “Nosotros creemos que la propuesta salarial que tiene que presentar el gobierno en el menor tiempo posible tiene que estar rondando mínimamente el 32 por ciento”, apuntó. En ese orden de ideas, subrayó que el mínimo garantizado de bolsillo para un maestro, que hoy está en 1.840 pesos, debería aumentar por lo menos a 2.500 pesos. Aunque puso de manifiesto la necesidad de que toda recomposición salarial de ahora en adelante “debe ser legal, con montos en blanco, de modo que impacte en la obra social y en la Caja de Jubilaciones”. Reprochó además la mecánica del gobierno de abonar una suma fija de 500 pesos, que se hará efectiva a mitad de este mes, porque, dijo, “es una figura que deteriora el salario”. Pero para esa negociación, Santana planteó tiempos breves, y dijo que no puede postergarse la discusión. “La propuesta tiene que ser para ayer. El reclamo docente no es un reclamo que surge en este período. Nosotros salimos de un ciclo lectivo sin respuesta a la demanda salarial de los maestros. Si bien hubo propuesta del 7 por ciento, que en calidad fue buena, porque contempló la lógica del salario en blanco, la realidad es que el poder adquisitivo del salario se deterioró por el impacto negativo de la inflación”, publica El Diario. Otro asunto que planteó es el referido a la infraestructura escolar, y sobre ese punto dijo subrayó que “es una materia pendiente. El gobierno dice que se distribuyen recursos para que las escuelas puedan encarar obras de mejoramiento, pero en cada inicio de clases es siempre lo mismo: aparecen problemas en todos lados”. Finalmente recalcó que en las escuelas también demandan una actualización de las partidas para comedores, hoy en 2 pesos por chico y por día.
