Las víctimas.
Eloisa Paniagua, de 13 años, fue asesinada de un tiro en la cabeza cuando cruzaba el Parque Berduc. Había estado pidiendo comida para su familia en el supermercado Norte de calle San Juan. El cabo que le disparó con su nueve milímetros fue a juicio, los responsables de ordenar la represión –el entonces jefe de Policía Victoriano Ojeda, el ministro de Gobierno Enrique Carbó y el ex gobernador Sergio Montiel– no.
Romina Iturain tenía 15 años y estaba tomando mate en la casa de una prima cuando un tiro le atravesó el pecho. Nadie respondió por su muerte, como tampoco lo hicieron por José Daniel Rodríguez, un militante de la CCC, cuyo cadaver apareció días después de los saqueos en el Nuevo Parque Urquiza, a pocos metros del supermercado Wal-Mart.
Las tres víctimas de Paraná se enlistan entre los 39 muertos que enlutaron el país durante esos sangrientos días. En Rosario mataron a Pocho Lepratti, militante social de Concepción del Uruguay que trabajaba en una villa rosarina.